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¿Se puede comer embutidos y queso durante el embarazo?

Ni la ciencia es capaz de dar una respuesta categórica a la pregunta, así que tampoco puede hacerlo el entorno de la gestante. A la recomendación de no comer embutidos y queso durante el embarazo le pasó como a tantas otras premisas: parecía una verdad absoluta hasta que dejó de serlo.

Vamos a partir de que la lista de alimentos en duda es inabarcable, y que nadie puede vivir con la obsesión de no saber si algo va a ser malo para su cuerpo o para el bebé. En alimentación lo mejor es la moderación y optar por nuestra rica y sana dieta mediterránea.

Embutidos durante el embarazo

Vayamos al quid de la cuestión. Se ha puesto en duda la idoneidad de comer jamón y embutidos durante el embarazo por el Toxoplasma gondii, un parásito intracelular que causa la toxoplasmosis y puede ser mortal para el feto. Pero el proceso de curación al que están sometidos estos productos elimina este protozoo, así que no debe haber problemas.

Así lo han constatado investigadores de las universidades de Granada y Valencia, pero hay que recalcar que solo queda garantizado que los procesos han sido los correctos si la cadena de producción está controlada por Sanidad. Cuando los jamones y embutidos son caseros (elaborados habitualmente después de la matanza), no se analizan todas las partes del animal.

En cualquier caso, una medida cada vez más extendida para asegurar la ausencia de parásitos, es congelar el jamón y los embutidos por debajo de -22º durante 10 días.

El queso en las gestantes

Lo que supone un riesgo, entre otras cosas por la posibilidad de contraer listeriosis, son los lácteos crudos. Hay algunos quesos que se elaboran a partir de leche cruda, para la mayoría de los que se encuentran en el supermercado o tiendas cercanas son esterilizados y pasteurizados, así que no suponen peligro para la embarazada. Los que debe evitar, decimos, son los elaborados a partir de leche cruda.

Con todo, comer durante el embarazo embutidos y queso no está prohibido ni es peligroso, siempre que se elijan los productos adecuados y se tomen unas medidas mínimas de seguridad en caso de duda.