Se llama maridaje a la fusión entre selección de vino y comida, es decir, la elección de un buen caldo para potenciar el sabor de ambos productos y que la experiencia sensorial sea mucho más profunda. Dicho esto, ¿qué vino hay que usar para acompañar al jamón ibérico?
Maridaje de acompañamiento y por contraste
La definición de maridaje hace referencia especialmente al maridaje de acompañamiento, que consiste en ese sabor que se conforma al unir ciertos vinos con el jamón, para mezclar ambos sabores en uno.
La opción contraria es el maridaje por contraste, que intenta limpiar el paladar para disfrutar completamente del sabor del jamón. Lo normal es acudir a vinos blancos y cavas, pues con ellos los sabores no entran en conflicto.
Jamón ibérico de cebo con vino tinto o vino blanco
La tradición dicta que un jamón bien curado combina a la perfección con un vino tinto. En ese caso estaríamos optando por un maridaje de contraste. Sin embargo, el tinto tiene un sabor muy intenso y si se toma con jamón es posible que el sabor del ibérico quede algo apartado. Por ello, otra opción es un buen vino blanco, que neutraliza los sabores en boca.
Jamón ibérico de bellota, también con vino blanco
Con los jamones de más calidad, los de precinto negro que son 100% ibéricos, la norma a seguir es la misma que en el caso anterior, utilizar un maridaje de acompañamiento con un buen vino blanco, o incluso acudir a caldos con un toque amaderado, siempre blanco.
¿Es el cava un buen acompañante del jamón ibérico?
Entre los vinos para acompañar el jamón ibérico aparece también el cava, el espumoso español por excelencia. Un Brut, que es bajo en azúcares, o algún otro vino con más tiempo de crianza, son opciones perfectas. El Brut es la alternativa ideal para el jamón de cebo y los más añejos para las patas ibéricas 100%.
